No se Preocupen por mi que Dios me Ayudará!
marzo 23, 2015 2019-07-15 20:00No se Preocupen por mi que Dios me Ayudará!
AYÚDATE A TI MISMO, QUE YO TE AYUDARÉ
Cuenta la historia que en un pequeño pueblo se inició una fuerte lluvia que no cesaba. Tres dias despues del inicio de la lluvia el pueblo estaba completamente inundado, pero los cuerpos de rescate y ayuda habian realizado una excelente labor poniendo a casi todo el pueblo a salvo, solo quedaba un hombre, el sacerdote del pueblo, que habia subido al campanario de la Iglesia siendo este el unico lugar que no habia sido alcanzado por el agua.
Un bote de rescate se apresuró a dirigirse al lugar en donde se encontraba el cura, y los rescatistas le dijerón:
– Vamos Padre, suba pronto para ponerse a salvo.
A lo que el religioso respondió:
– No se preocupen por mi, Dios me salvará.
Y el hombre se quedó orando en el techo de la Iglesia mientras el bote se alejó poco a poco.
La lluva no se detenia y luego de algunas horas el agua le daba a la cintura al hombre, y otro bote salvavidas se acercó a él y le dijo:
– Vamos Padre, suba rápido o ud. se ahogará.
A lo que el Cura respondió:
– No se preocupen por mi, Dios me salvará.
Y nuevamente el Padre se quedó orando mientras el bote se alejaba.
Pasarón varias horas y el agua ya llegaba hasta el cuello del Padre, y un helicoptero de rescate se acercó a él y le lanzó una escalera para que pudiera subir, pero el hombre se negó a subir diciendo:
– No se preocupen por mi, que Dios me salvará.
Asi que el Cura, con el agua hasta el cuello, nuevamente se pusó a orar mientras el helicoptero se alejaba.
Luego de un rato el agua ya había tapado por completo al hombre y este murió ahogado. Al llegar al cielo el sacerdote realizó rápidamente los tramites para poder ingresar y una vez adentro se dirigió furioso a buscar a Dios, cuando lo encontró le hizó el reclamo:
– Señor, te servi toda mi vida, si tanto confie en ti hasta el final ¿Por qué dejaste que me ahogará?
A lo que Dios respondió:
– Hijo, Te parece poco que te haya enviado dos botes y un helicoptero a tu rescate.
Moraleja: No te puedes quedar esperando toda la vida a que “suceda un milagro” que haga que la casa de tus sueños sea tuya de repente o que te conviertas por arte de magia en la persona exitosa que deseas ser; asi no funcionan las cosas, empieza a esforzarte y a poner de tu parte, dá todo de ti y veras como con perseverancia tus sueños se empezarán a hacer realidad.
Adaptado por Alberto Conti