Libres de la ofensa

LIBRES DE LA OFENSA
Desarrollo Espiritual

Libres de la ofensa

Como librarse de la ofensa?

Uno de los propósitos de Dios es reflejar la imagen de Cristo en nuestras vidas, Dios nos ha llamado a ser mas como Jesús, a ser cada día como Él, a perfeccionarnos en su amor, imitar el modelo de Jesús para nuestras vidas, para que nosotros podamos ser de bendición para los demás, para los que nos rodean, así que muchas personas quieren desarrollar el ministerio, pero se olvidan de este elemento tan indispensable para que podamos ser efectivos, esto es necesario hacer, sin dejar de hacer aquello otro.
Es importante que nosotros entendamos sobre las armas espirituales, sobre la vida de oración, sobre la vida de adoración, pero necesitamos colaborar con Dios, ser cooperadores con Dios, dejando que su Espíritu Santo transforme nuestra vida, forje nuestro carácter, nos ayude a nosotros a entender que los frutos del Espíritu Santo son indispensables para poder vivir nuestra vida con el Señor; y esta primera lección, una de las más importantes de todo este módulo, habla sobre un principio fundamental en el reino de Dios para que nosotros podamos ser efectivos.
Si nosotros queremos tener una vida exitosa, plena y libre de ataduras del pasado, el perdón es la razón por la cual Jesús vino a la tierra y murió en la cruz.
Vamos a hablar en este articulo sobre la ofensa, el saber perdonar, el aprender llevarnos bien con los demás es un gran desafío, no es fácil, no se nos enseña a convivir con los demás, por eso el mundo está en la situación que está en los día actuales, por eso el mundo continua en guerra, por eso hay tantos conflictos, crisis entre las naciones de la tierra, tantas guerras porque no hemos sabido tolerarnos, no sabemos llevarnos bien con los demás, no hemos aprendido a entendernos hasta los días actuales; y el tema de la ofensa es una de las trampas que usa el enemigo, para dejarnos fuera del camino, entonces tenemos que entender que las ofensas van a ser una constante en nuestra vida, sin tener cómo evitarlas, por eso debemos aprender a saber cómo lidiar con ellas.
Cómo vamos a lidiar con las ofensas? Es inevitable que pasemos por las ofensas. Cómo saber pasar por alto la ofensa, eso es lo que nos traerá sabiduría, crecimiento y madurez.
Voy a hablarte sobre la definición de la ofensa. Ofensa procede de la palabra griega llamada Skandalon, que significa trampa, tropiezo, carnada. Mira qué interesante, es una de las trampas que usa satanás para destruirnos espiritualmente. La ofensa es una trampa del enemigo para envenenar nuestra alma, llenarnos de amargura, hacernos rehenes de sus ataques, de sus ardides, de sus estrategias, de llevarnos a un sentimiento de odio que nos consume.
Si somos maduros, veremos que Dios transforma las ofensas en un instrumento para impulsar nuestra madurez espiritual, para poder forjar nuestro carácter, lo veremos así.
Pero existen muchas personas en el cuerpo de Cristo que caen en la trampa del diablo, cuando satanás les pone una carnada, muchas de esas personas terminan mordiendo la carnada y luego van muriendo de a poco, porque alguien las ofendió, no supieron perdonar y por eso su alma está atrapada en una cárcel de amargura que hoy necesitan ser libres, necesitan de liberación, necesitan librarse de esa cautividad de seguir siendo rehenes de la ofensa, por eso en este día necesito hablarte sobre los peligros de no perdonar, sobre los peligros de uno andar arrastrando la ofensa en nuestra vida.
Cómo hacemos para perdonar, cómo hacemos para poder olvidar la ofensa, cómo librarnos de las ofensas? Quiero decirte aquí también en esta aula, que no es el perdón, para que tú sepas identificar, cuando damos lugar a la ofensa, la ofensa se transforma en resentimiento, el resentimiento se transforma en odio y el odio en amargura, y la amargura va a terminar acabando completamente con tu vida.

Qué no es el perdón?
El perdón no es tratar de olvidar con tus propias fuerzas lo que sucedió y negar la ofensa. Presta atención en esto, tampoco es dejar que el tiempo borre lo ocurrido o simplemente ignorarlo; es imposible que eso suceda.
No podemos olvidar con nuestras propias fuerzas una ofensa, genuina, real, algo que sucedió, que nos hizo mucho daño, necesitamos de la gracia de Dios, necesitamos del poder del Espíritu Santo en nuestra vida para poder soltar, para poder librarnos de la ofensa, necesitamos de Dios para que nosotros podamos pasar por alto la ofensa.

Y qué es el perdón?
El perdón es una decisión antes que nada, es decidir que no vamos a vivir prisioneros de la ofensa, el perdón es soltar, es liberar a la persona que nos ofendió, liberar a la persona que nos causó daño, cancelar y perdonar una deuda pendiente de alguien que nos debe, pero vuelvo a insistir, eso es imposible cuando nosotros no hemos entendido sobre el perdón y la misericordia de Dios.
Es imposible perdonar sin la gracia de Dios, es ahí donde el factor Dios es indispensable para ser libres de la ofensa. Si nosotros entendemos que uno de los tantos atributos de Dios, es la misericordia, la benignidad, su gracia; Dios es un Dios perdonador, misericordioso. Hay una promesa en que yo me deleito mucho y que me gustaría compartirla contigo, que dice: Que otro Dios hay como tú, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su pueblo? Tu no guardas el enojo todo el tiempo, porque te deleitas en la misericordia. Tú volverás a tener misericordia de nosotros, sepultarás nuestras iniquidades, y arrojarás al mar profundo, todos nuestros pecados. Miqueas 7:18-19.
Aleluya, qué hermoso, qué Dios que tenemos; qué otro Dios puede compararse con nuestro Dios, que se olvida del pecado, que perdona la maldad, Él se deleita en la misericordia, dice que nunca más se acuerda de nuestros pecados; qué hermoso verdad! Yo me regocijo en ese Dios, por eso me apasiono cada día más de las cosas de Dios, por conocer uno de esos tantos atributos, uno de sus características, su esencia, porque nuestro Dios es un Dios de misericordia, un Dios que perdona, un Dios que no se acuerda de los pecados de sus hijos, si nosotros deberíamos ser juzgados por nuestros pecados, entonces estaríamos destinados al infierno, estaríamos perdidos.
Si Dios tiene esa capacidad de poder hacer eso con nosotros, quienes somos nosotros para darnos ese lujo de no saber perdonar, de guardar un rencor, de guardar un resentimiento en nuestros corazones por las ofensas que nos hicieron?.
Dios nos dio un ejemplo, a través de su hijo Jesús, todo lo que le hicieron a Jesús, todo el dolor y sufrimiento que padeció, por lo que padeció dice la palabra de Dios, por los sufrimientos de Jesús, Él aprendió la obediencia, que ejemplo tenemos en Jesucristo, que Él con todo el daño que le hicieron, con todo ese daño inhumano que sufrió, con todo es sufrimiento que ningún ser humano desea que pase por algo así, Él vivió todas esas cosas, y sin embargo, fue capaz de perdonar; sus últimas palabras fueron: Padre, perdónalos porque ellos no saben lo que hacen. Oh aleluya! Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen. Que gran amor, que gran amor incomparable, inexplicable, increíble, ese es el amor de Dios, ese es el amor que hemos conocido, debemos ser imitadores de aquel que lo dio todo por nosotros, para que nosotros podamos ser instrumentos efectivos en su reino.
Si tú quieres ser un intercesor y no has aprendido a perdonar, tienes un problema, por eso hoy vengo a hablarte sobre ello. En cada sección voy a hablarte sobre cómo la ofensa se manifiesta:
* cuando soy yo el que ha ofendido,
* cuando nosotros estamos ofendidos con Dios,
* cuando muchas veces nos ofendemos con nuestros propios errores,
* cuando la ofensa es causada por los demás
* y voy a hablarte sobre Jesús, siendo la roca de la ofensa y piedra de tropiezo para los desobedientes.

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