Porque será que tratamos tan mal a nosotros mismos?

Imagínese, que usted entra en su hogar y oye a alguien diciendo las siguientes palabras a su hijo, su padre o a su esposo/sa:

¡”Tú eres un perdedor! ¡Nunca podrás tener lo que quieres! ¡No tienes ningún valor, eres feo y no merece ser feliz”!

¿Qué haría usted? Usted no permitiría a nadie decirle estas cosas a las personas que usted ama. Yo me imagino que detendría a la persona de decir tales cosas viles y lo echaría muy lejos de su casa. Verdad? Entonces vendría a alentar su ser querido, ellos nunca tendrían porqué oír esas mentiras otra vez. Por supuesto que ellos merecen ser felices y son dignos y capaces de tener todo lo que ellos quieren. Ellos nacieron para ser ganadores, no perdedores.

¿Entonces, te pregunto una cosa: Por qué será que nosotros permitimos en nuestro propio diálogo interno, repetir esas mismas cintas en nuestras mentes diariamente? ¿Por qué permitimos nosotros tales cosas viles, convencernos de nuestra propia indignidad? ¿Por qué nos tratamos tan mal a nosotros mismos?

Hay sólo una persona que puede intervenir y detener esto. Tenemos que llegar a ser nuestros mayores protectores y cuidar de nuestros pensamientos y alentarnos que sí merecemos tener todo lo que queremos en la vida.

¿Porqué no Cuidamos mejor de nosotros mismos? ¿No somos nosotros apenas tan importantes como las otras personas de las que cudamos? A algunas personas le han lavado el cerebro con el pensamiento de que tratándonos bien, tomandonos tiempo para nosotros mismos, será como un acto egoísta de algún tipo. Pero eso no es verdad. ¿Cómo podemos saber nosotros cómo valorar y cuidar de otros si nosotros no nos tratamos bien?

Deberíamos tomar un tiempo cada día para cuidar de nosotros mismos –espiritual, emocional y físicamente-. Necesitamos separar un tiempo y dedicarnos a hacer por lo menos una de estas cosas cada día, para llenarnos espiritualmente, sanar nuestro area emocional y cuidarnos físicamente. Hacer esto te enseñará la importancia de amarte y cuidar de ti mismo, y cuando amemos nuestros propios seres, nosotros tendremos mucho amor disponible para amar a otros cuando surja la oportunidad.

Puede llegar a ser aún difícil al principio, pero te recomiendo que comiences a cuidar de ti mismo a partir de hoy. Verás después que las recompensas serán abundantes.

Cuidar de nosotros mismos espiritual, física y emocionalmente debe ser prioridad N°1 para nuestras vidas. Listaré aquí abajo algunas maneras de cómo dedicarle tiempo a cada uno de éstos, y entonces quiero que después usted elija un ítem de cada lista cada día y comiences a llevarlo a la practica.

Espiritual : Ora; lea un libro espiritual antes de dormirse; medite 10 minutos cada mañana y a la noche; dé dinero o invierta tiempo en su iglesia o en su ONG favorita; Busque dialogar con un líder o mentor espiritual que usted respete. Cree un manifiesto espiritual y escríbalo en una tarjeta, entonces llévelo con usted cada día. Un ejemplo sería: “Mi ser espiritual está alineado con el Universo y yo soy bendecido por el Creador con la total plenitud espiritual”.

Emocional – Escribe un diario; mire una película favorita que haga que usted se ría o llore; llame a un pariente o a amigo y digales que usted los ama; escuche música instrumental suave durante el día o en su coche camino a la oficina o su casa. Cree una declaración espiritual y escribalo en una tarjeta, entonces llévelo con usted cada día. Un ejemplo sería: “Mi ser emocional está equilibrado y alegre. Estoy viviendo mi bienestar emocional todo el tiempo.”.

Físico – tome una caminata vigorosa (traiga a un amigo/esposo/animal favorito si usted lo desea); empiece un programa de ejercicio físico en su gimnasio o academia local; pare de fumar; agregue más frutas y verduras a su dieta; beba más agua. Cree un manifiesto espiritual y escríbalo en una tarjeta, entonces llévelo consigo cada día. Un ejemplo sería: “Mi ser físico es sano y fuerte. Estoy en la mejor forma física de mi vida”.

Lleve un registro en un diario o cuaderno y escriba cómo usted se siente después de que haber llevado a cabo estas acciones. Entonces, cada fin de semana, revise sus registros. ¿Se siente usted más confiante, relajado, contento con lo que usted hizo en el principio de la semana? ¿Tiene usted más energía para atender o cuidar a otras personas en su vida?

Autor: Mark V. Hansen ( Articulo traducido de un newsletter)